Director/es: |
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Vilar, Mariano |
Brina, Maximiliano |
Resumen
Como lectores formados en una cultura transmedial, desde una cotidianeidad cada vez más profundamente atravesada por las lógicas de lo digital y lo audiovisual, resulta evidente que la literatura se ve alterada por los cambios que se producen en el sistema de medios del que forma parte. Nuestro vínculo con las tecnologías de la escritura y la lectura conforma un continuo experiencial con el resto de las nuevas tecnologías que participan de la vida cultural, que generan imaginarios a menudo novedosos. El análisis de la manera en que estos fenómenos se afectan mutuamente ha sido abordado por un grupo de autores/as que estudian la historia de los medios retomando algunas de las hipótesis centrales de Marshall McLuhan (1964) y poniéndolas en diálogo con diferentes movimientos teóricos asociados con el postestructuralismo francés. Desde esa perspectiva, propuestas como la de Friedrich Kittler (2006 [1986]), Jussi Parikka (2012) y Andrew Burkett (2016) –tan diversas en otros aspectos– se han abocado a pensar en términos “arqueológicos” (de acuerdo al uso de este término que aparece en autores como Foucault o Agamben) las distintas maneras en las que la literatura y la ficción se han ocupado de hacer visibles los presupuestos y condiciones de posibilidad de los que depende la cultura mediática contemporánea.
A su vez, es necesario considerar que los avances en la tecnología digital han modificado de forma evidente el modo en que se produce, distribuye y consume literatura. Esto produjo nuevos acercamientos teóricos al fenómeno literario, ya no solo desde el punto de vista del “autor” o la “recepción”, sino con el foco puesto en la mediatización. En la construcción de ficciones, hoy se observa un diálogo entre lectores/as y escritores/as mucho más imbricado en la productividad narrativa. Los mundos ficcionales se ven afectados en su composición por la velocidad propia de los medios: el análisis de algoritmos de consumo, la masividad en la difusión de ficciones alternativas como los fanfiction, el retorno de la centralidad de la serialidad, la multiplicación y el crecimiento en la actualidad de la variedad de medios que transmiten un mismo relato, la proliferación de reversiones o precuelas que juegan con textualidades precedentes; por mencionar unos pocos ejemplos. Nuestra propuesta consiste en pensar los problemas de la teoría literaria para abordar el estudio de la literatura en tanto medio y en tanto espacio para la creación de ficciones que conceptualizan los medios que la rodean y de los que forma parte. Para ello, partiremos de una serie de preguntas que apuntan a reflexionar cómo leemos, escribimos y conceptualizamos la ficción en el ecosistema mediático.
Abstract
As readers educated in a transmedia culture, from a daily life increasingly deeply penetrated by the logics of the digital and audiovisual, it is evident that literature is altered by the changes occurring in the media system of which it is a part. Our relationship with the technologies of writing and reading forms an experiential continuum with other new technologies that participate in cultural life, often generating novel imaginaries. The analysis of how these phenomena affect each other has been addressed by a group of authors who study the history of media by revisiting some of the central hypotheses of Marshall McLuhan (1964) and putting them in dialogue with various theoretical movements associated with French post-structuralism. From this perspective, proposals such as those of Friedrich Kittler (2006 [1986]), Jussi Parikka (2012), and Andrew Burkett (2016) – diverse in other respects – have focused on thinking in “archaeological” terms (according to the use of this term by authors like Foucault or Agamben) about the different ways in which literature and fiction have been concerned with making visible the assumptions and conditions of possibility on which contemporary media culture depends.
Furthermore, it is necessary to consider that advances in digital technology have evidently modified the way literature is produced, distributed, and consumed. This has produced new theoretical approaches to the literary phenomenon, no longer only from the point of view of the “author” or “reception,” but with a focus on mediatization. In the construction of fictions, today we observe a much more intertwined dialogue between readers and writers in narrative productivity. Fictional worlds are affected in their composition by the speed inherent to media: the analysis of consumption algorithms, the mass dissemination of alternative fictions like fanfiction, the return of the centrality of seriality, the multiplication and current growth of the variety of media that convey the same story, the proliferation of reworkings or prequels that play with preceding textualities; to mention just a few examples. Our proposal is to consider the problems of literary theory to address the study of literature as a medium and as a space for the creation of fictions that conceptualize the media surrounding it and of which it is a part. To do this, we will start from a series of questions aimed at reflecting on how we read, write, and conceptualize fiction in the media ecosystem.